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Dícese de un conquistador que nació en Extremadura (del castellano antiguo, El Extremo de la Dura) en octubre de 1539 a.C (antes de la Conquista, según él).
Tal fue el trauma causado por el álgebra y la semántica en la Universidad de Salamanca, que prefirió cambiarlo por la "navegación".
En los diarios de viaje recogió cómo transcurrían sus "visitas turísticas al mar y al otro lado".
Los españoles se encuentran con aquello de lo que Mägo de Oz no quiere hablar en su primer disco de florecillas comerciales: canibalismo y sacrificios humanos (¿no le serviría la letra para redimirse de las florecillas y mariposas?). Y en viendo que eso estaba mal y que la guerra en Europa era costosta, por lo primero pero más por lo segundo, inician las conquistas.
Así lo recoge Cortés en su diario:
En una plaza fuerte de nombre Zempoala, situada en Veracruz, el llamado Cacique Obeso (era muy gordo) se alió con los españoles para formar un ejército y poder liberar el "país" de la opresión azteca. En conreto, aportó el 95 % de las tropas del total (recordemos lo del límite de población indefinido).
Uno de los soldados españoles, Bernal Gas del Castillo, redactó un librajo que llamó Verdadera Historia de la conquista del Nuevo Mundo, de cuyo contenido destaca:
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Sepa vuesa merced que en la tierra llamada Tlascalam los indios nos tendieron horrenda emboscada. Rufianes traidores que nos atacan cuando dormmimos o cuando el único armado de los nuestros es el barbero en plena faena matinal. El ruido de un cañonazo los ahuyenta aun saliendo el tiro por la culata por la mala calidad de la pólvora. | 
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| Verdadera Historia de la Conquista del Nuevo Mundo. |
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Llegamos al mentado imperio y nos topamos con muros de plata y techos de oro. Un capitán destos que abundan entre las milicias dijo: Dejadme con el buen oro, pero le dieron un plomazo. Entonces Cortés dijo: Soldados, no olvideis que tienen que dar diezmos a la iglesia, el quinto real y el impuesto que el gobierno español nos cobra por traer cosas de sus nuevas tierras. No despilfarren en putas o en suecas. Acto seguido nos puso a trabajar |
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| Verdadera Historia de la Conquista del Nuevo Mundo. |
Las fuerzas de la nueva alianza son detenidas por el ejército azteca en la Calzada de Tlalpan (bajo la actual estación de tren Villa de Cortés), lo que permitió la negociación entre Moctezuma y Cortés:
«Entonces Motecuzuma díjole a Cortés: Bienvenido seais vos, Quetzalcóatl, Dios de Dioses que prometió volver del mar. Cortés sólo pidió Un lugar donde pasar la noche para seguir buscando el Imperio Azteca la mañana siguiente. A lo que Motecuzoma dijo: Descansad libre de preocupación alguna, pues su merced se encuentra en el sitio anhelado. Quitose entonces Cortés el casco y rascose la coronilla hasta dar con la respuesta como si la hubisérede encontrado a base de frotar: Veo que los vuestros conocimientos de geografía política son buenos.»
~ Diario de Gas.
«Díjome Mutezoma: Bienvenido seais vos, Queseyópatl, Dios de dioses que juró vengar al Imperio Tulteca, mas le pedí un lugar donde pasar la noche ya que buscaríamos oro la mañana siguiente. El intérprete dijo otra cosa y me Mutezoma dijo: Señor, estamos en la capital del Imperio, sopendejo de tercera.»
~ Cartas de la conquista de México.
Más o menos un més de alojamiento, una vuelta por el supermercado Tlatelolco y varias ofrendas de buen oro despues, le llegó misiva del mismo Emperador con órdenes expresas de regresar a España. La respuesta no podía ser más contundente:
Carlos, endenantes que me he hecho señor desta tierra y es menester que me mantenga como gobernador de la mesma dado que es lo que le pedí a mi valor actual neto para que me compensara la inversión por la expedición. Del oro y la plata, no obstante, puede disponer vuesa merced para la guerra en Europa, pero gúardese del pirata y del bucanero inglés que amenaza con saquear nuestros barcos.
Otras dos semanas más tarde el Emperador envia a un tal Pafnuncio de Narvaez, un amargado general que tuvo a Cortés en la Academia Militar Española. El asedio duró un mes en lo que iban y venían.
Al regresar de su paseo, Hernán se sorprendió al leer una carta enviada por los aztecas:
«Moctezuma ha cambiado la relación diplomática para con vuesa merced a: aliado, neutral, enemigo»
~ Sistema, cambio de diplomacia.
De forma que Cortés, pinchó con el botón derecho en España. Desde entonces, los españoles se esforzaron por de salir del imperio, pero en la tirada de 2D6 los aztecas obtuvieron mayor puntuación, por lo que persiguieron. Una de las crónicas más duras la dio el propio Cortés.
«El hambre les hace perseguirnos para comernos, a saber, si al ajillo o a la naranja. Los nuestros dudan entre quitarse la armadura para aligerar la huida o morir atravesados por las flechas. Los más listos dejamos caer los lastres de oro. Los más ambiciosos serán la cena aquesta Noche Triste.»
~ Cortés, Noche Triste.
Cuando se preparó para el asalto final, Cortés dispuso a sus tropas de esta forma:
Desde el 1 al 13 de agosto la cosa se puso realmente mala para los apenas 30.000 guerreros jaguar, 20.000 águilas, 16.000 coyotes (para no gastar letras valiosas) y unos 50.000 arqueros sobrevivientes a la viruela. Por días se defendieron heroicamente hasta que el gobernante en turno (Cuauhtemoc) decidió largarse a defender a otro lado como Michoacan (siempre y cuando él tuviera permiso del rey de Michoacan y de los Zetas), pero fue interceptado por una de las fragatas de Cortés.
Después de que le hicieran sancochado a los pies (al emperador) en balde por el oro perdido, en 1524 Cuauhtemoc fue ahorcado en un lugar cualquiera.
Cortés fue procesado en España por los siguientes cargos:
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